Granados: «Interior me obligó a compartir celda un año con un esquizofrénico que mató a una persona»
"El millón en el altillo de casa de mis suegros procede del cierre de mi cuenta en Suiza”
"No olvido que Cifuentes ordenó a sus abogados que se opusieran a mi libertad”
"Inaugurando Estremera hablé con Rubalcaba del kit del preso que luego recibí 32 veces”
"Un Guardia Civil me tarareó el himno del PP en el calabozo y me dijo 'vota Podemos’"
“Los que mandaban en el PP de Aguirre eran González y su mano derecha, Cifuentes”
En una entrevista exclusiva a OKDIARIO, Francisco Granados desvela cómo han sido sus 32 meses en prisión, tras abandonar este miércoles la prisión madrileña de Estremera. El ex consejero madrileño fue detenido el 27 de octubre de 2014 por la trama Púnica. Asegura que el Ministerio del Interior e Instituciones Penitenciarias «le dieron un trato desfavorable» en su primer año encarcelado.
P. ¿Cómo están siendo sus primeras horas en libertad?
R. Todos los días son absolutamente iguales. Estoy desubicado, haciéndome a la idea de que una parte importante del calvario ya la he vivido y cogiendo fuerzas para poder demostrar cada una de las falsedades que se han hecho contra mi.
P. ¿Cuál es su estado físico y mental?
R. Física y anímicamente estoy bien. Se supera a base de la humildad. Vivimos en un mundo en el que nos creemos muy importantes, pero se acaba eso. Rezando mucho, creyendo en mí mismo, sabiendo que lo tengo que hacer por mi familia y por muchos que han depositado su confianza en mí en Valdemoro y cuando formaba parte del Gobierno de Esperanza Aguirre.
P. ¿Alguien le ha telefoneado tras su salida de prisión?
R. No he hablado nada más que con unos amigos, mi familia y Eduardo Inda. No espero que me llamen. He dividido muy bien la gente con la que trabajas y mis amistades. Algunos que creía mis amigos me han dejado de lado. Otros tienen miedo a llamarme para no quedarse marcados.
«Todas las comunicaciones con mis hijas y los vis a vis eran grabados»
P. ¿Cómo era su vida en prisión?
R. En el primer año Instituciones Penitenciarias e Interior no me lo pusieron tan fácil. El primer año a diferencia del resto de presos tuve que compartir celda, no por mi seguridad, no tenía riesgo de suicidio. Hablé con él director de la prisión para que me dejara sólo y no hubo forma. He compartido celda un año con un diagnosticado de esquizofrenia paranoide que había matado a otra persona. He tenido un año intervenidas mis comunicaciones con un protocolo antiterrorista por mi ‘peligrosidad’. Con los funcionarios la relación ha sido buena. No me lo han puesto fácil, todas las comunicaciones con mis hijas y los vis a vis eran grabados.
P. ¿Le ha cambiado su vida en la cárcel?
R. He cambiado. Me he hecho más mayor. He cultivado la humildad. La política te cambia. Ahora, soy mejor persona. Me ha permitido ver el mundo de otra manera y valorar las cosas que son más importantes. Por la parte negativa, tener un concepto del Estado de derecho en el caso de España que nunca hubiera imaginado que iba a llegar a tener.
P. ¿Tiene ganas de volver a ver un partido del Atlético de Madrid?
R. Me moriré del Atletico de Madrid. El cambio de campo tiene un pedacito de mí. Estoy deseando que el Atletico de Madrid gane al Real Madrid. Tengo la mala costumbre de apostar. En la cárcel, hacía apuestas de 4 latitas de cerveza sin alcohol y he perdido un camión.
P. ¿Si pudiera rebobinar, qué cambiaría?
R. Cambiaría muchas cosas. Me he equivocado mucho. Me siento orgullose de mi trabajo en la banca, de haber sido alcalde de Valdemoro, la mejor ciudad de la Comunidad de Madrid para no exagerar. Me siento orgulloso de pertenecer a los gobiernos de Esperanza Aguirre. Me he confundido con alguna amistad personal como el es caso de David Marjaliza.
P. ¿Volerá a la política?
R. No tengo interés de volver a la política. Quiero limpiar todo lo posible mi nombre. Tendré que trabajar y dedicarme de una manera muy importante a desmontar las acusaciones.
P. ¿Le ha ayudado ir a misa?
R. Soy creyente. La Fe me ha ayudado bastante. Hay que hacer una crítica a Instituciones Penitenciarias porque es muy difícil ir a misa, pero es muy fácil hacer el Ramadán y practicar otras religiones. A misa no he podido ir el domingo. Hay culpa compartida entre Instituciones Penitenciarias y la Conferencia Episcopal, quizá porque no hay sacerdotes suficientes. He rezado mucho.